sábado, 30 de noviembre de 2013

De Piedras y Hombres...



Érase una vez un tiempo de gloria en que el hombre y la piedra estaban hermanados en gloriosa comunión.

Porque el hombre y la piedra antaño establecían una íntima comunicación que se ha ido diluyendo en el discurrir de los eones. La piedra como refugio, como lienzo donde plasmar los más ancestrales miedos y acontecimientos del pasado ignoto... y el pasado perpetuado en tan duro material que ha sobrevivido al paso del devastador reloj cósmico ofrece más dudas y preguntas que respuestas; el hombre del presente en su soberbia se cree heredero del pasado y predicador de las buenas nuevas del futuro... pero, ¿acaso es fidedigna su interpretación de los antiguos designios?

La naturaleza engalana a la Piedra con musgos y líquenes a la vez que la horada con mimo y esmero; con paciencia y persistencia la transforma y la muta para ofrecernos su presente que nosotros rechazamos en agria soberbia. La Piedra ya no es compañera del hombre... hombre que antaño desollaba al animal con el sílex y se refugiaba en sus concavidades perpetuas. La Piedra fundida en la Primordial Hoguera del Centro de la Tierra o el hombre convertido en piedra por la Gorgona... la sal como piedra en estatua en la Antigua Lot.



¿Yace la antigua Gomorra en las espesas aguas del Mar Muerto?... ¿Por qué Dios eligió la piedra para grabar sus 10 mandamientos?

Desde las antiguas ciudades subterráneas de la Anatolia profunda a la blanca arenisca de la Petra de los Nabateos... de las antiguas toneladas de bloques de la llanura de Gizeh a las postreras moradas excavadas en la roca de los acantilados...  de las arcaicas y primeras iglesias de los Cristianos Ortodoxos en el desierto de Toba volcánica de Capadocia a las kárstikas magnificencias de los antiguos templos Asirios...

Pero no solo en la Gran Piedra yace la belleza, y es que la roca también ha sido amuleto, ajuar funerario o mortero con el que preparar herbolarias sapiencias. Petrogriflos, lápidas y esculturas de la Primera Diosa... Menhires, templos y armas arrojadizas... Stonehenge y su sabiduría perdida... Gobekli Tepe y su conexión con el Principio.



Bienvenidos a la Antigua Sapiencia de la Roca.

Bienvenidos a los Arcanos Farallones del Conocimiento Antiguo, lamidos y desgastados por las gélidas aguas del Tiempo.

Bienvenidos a la Resurrección de la Capacidad de Interpretación del Hombre hacia la Piedra... y siéntete hermanado con la Teoría de la Licuefacción que aquí te proponemos; derriba barreras y trepa la Piedra.


FLEWOTOMO DE ASCLEPIA (Sangrador de Mundos) por sucesión y legado de SU MAJESTAD HIRUDINEA LA DE LA BLANDA ESTIRPE
Iniciado del Numinoso Círculo Atlante

1 comentario:

  1. Querido compañero, gracias por compartir tus sentimientos hacia la sagrada Roca.

    Desde pequeño mi padre me inculcó la afición por subir montañas siempre teniendo presentes y respetando los espíritus que albergan. Para mí no hay nada en este mundo que pueda compararse a subir una montaña, no tiene nada que ver con medirse con ella, sino que se trata saludarla y pedir humildemente permiso para hollarla y recibir sus secretos, hacerse uno con ella permitiendo ser guiado, permitiendo que la Roca temple tus fuerzas inflexible pero cariñosamente hasta la cima, y una vez allí dejarse inflamar por el Apu: el espíritu de la montaña.

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